sábado, 7 de julio de 2012

2 - ¿Qué fue de mi?

Todo lo que cambió en mi vida fue una ventana pero para que entendais esto tal vez debería empezar la casa por los cimientos y no por las ventanas.

Cuando mi hermano se fue pasé varios dias enfadada, sin entender como podía haber dejado a su familia por cuidar plantas y animalillos. Aquel enfado hizo que pasase demasiadas horas encerrada en mi habitación con mi pequeña ventana como unica conexión con el mundo. Una ventana demasiado pequeña para una ciudad tan grande, ruidosa y concurrida, con cristales tan anchos como para que el ruido de los coches en hora punta no se colase en nuestras vidas. Una ventana tan pequeña que los rayos del sol eran incapaces de colarse y aportar algo de luz y de felicidad a una chica que como cuando era niña se escondía bajo las sabanas con el deseo de volver a ser esa niña asustadiza.

La verdad es que no fui la unica que lo pasó mal, mi padre tardó en aceptar que mi hermano pasaría una larga temporada lejos de casa, tardo casi dos meses en asumirlo definitivamente y fue entonces cuando el abandono de mi hermano se tornó a mi favor. Papá Juan empezó a sentirse culpable por no haberme prestado atención los dos meses anteriores y sin previo aviso me convertí en su ojito derecho. Y esto junto al hecho de volver a la rutina del instituto consiguió que apenas me acordase de mi hermano y sus animalitos. Empecé a tener más libertad, a salir más y hasta más tarde, a gastar más y no recibir reprimendas por ello, a no tener que discutir con nadie y llevar siempre la razón, a tener más amigos, más líos, más gente a mi alrededor... Una vida que toda adolescente desearía tener y yo sabía aprovecharla y explotarla al máximo.

Pero, ya dicen que lo bueno no dura siempre.

1 - ¿Qué dirías de ti?


Hola, soy Elisa, tengo 18 años, soy de Madrid y tengo una vida social muy ajetreada. 
Voy a un instituto en el centro de la ciudad y aunque no me empeñe mucho en los estudios saco buenas notas. Tengo un grupo de amigos dónde todos somos una piña, todos los fines de semana salimos a las discotecas y con mis amigas vamos de compras. 
Soy hija única, bueno, tengo un hermano mayor, me saca ocho años. Trabaja en el Parque Nacional Franklin-Gordon Wild Rivers, en Tasmania, Australia. Se fue hace unos cinco años porque quería dedicarse a cuidar la naturaleza y eso fue motivo suficiente para dejar a su familia aquí. Aunque a mi al principio me molestó, su marcha hizo que me convirtiese a ojos de mi padre en la hija perfecta, lo que a mi me ha estado beneficiando hasta ahora. 
Esa sería mi respuesta hace tres meses. 
Ahora voy a explicar porqué ha cambiado mi respuesta. Aunque quizás esto tampoco le interese a nadie.